Indra es una empresa que vive del gobierno, tiene información de licitaciones meses antes de que el concurso se haga público, recibe millones de euros por parte de defensa para desarrollar proyectos que nunca se terminarán (véase PELICANO), recibe cientos de miles de euros por mantenimientos que cuestan tan sólo cientos en el peor de los casos.
Paga sueldos a jueces de lo laboral, cuando tiene cientos de denuncias en curso por parte de extrabajadores, contratados y despedidos de manera fraudulenta.
Indra es un cáncer para nuestra economía, nuestra independencia judicial y nuestra defensa territorial.
Te puedes imaginar, que en el caso de el recuento de las elecciones no harán ninguna excepción con su forma de "trabajar".
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Indra es una empresa que vive del gobierno, tiene información de licitaciones meses antes de que el concurso se haga público, recibe millones de euros por parte de defensa para desarrollar proyectos que nunca se terminarán (véase PELICANO), recibe cientos de miles de euros por mantenimientos que cuestan tan sólo cientos en el peor de los casos.
Paga sueldos a jueces de lo laboral, cuando tiene cientos de denuncias en curso por parte de extrabajadores, contratados y despedidos de manera fraudulenta.
Indra es un cáncer para nuestra economía, nuestra independencia judicial y nuestra defensa territorial.
Te puedes imaginar, que en el caso de el recuento de las elecciones no harán ninguna excepción con su forma de "trabajar".