Si, éso mismo debieron pensar los constructores de zepelines cuando Lindbergh cruzo en Atlántico.
Lo curioso es que los músicos pretendan ganar dinero con la venta de trozos de plástico de forma circular. ¡Dónde quedaron esos peaso conciertos de Luis Cobos con su "chimpum, chimpum" característico!
Lo que la tecnología te da la tecnología te lo quita. Las cosas vuelven a su cauce y la gente pagará por ver actuaciones en directo.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Por éso prefiero ser agnóstico. Me conformo con oponerme las actitudes intransigentes terrenales, lo que pase más allá me trae sin cuidado.