Aquí el principal problema, a mi entender, no es Telefónica, sinó los mecanismos de defensa del consumidor, que no funcionan.
Quiero decir que me parece hasta normal que una empresa privada intente ese tipo de artimañas para aumentar sus beneficios. Lo que no es de recibo es que los organismos competentes, muchas veces por inoperancia, lo permitan.
Yo mismo tengo pendiente la resolución de un dinero que un operador (de conexión a internet en este caso) me cobró indebidamente (y no es poco), y se niega a devolverme. Me puse en contacto con la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones en junio de 2006 y a fecha de hoy, no son capaces de decirme si han tomado una resolución o no, y en ningún caso, darme una respuesta sobre el resultado de la misma.
Ahora tendré que interponer una queja al Defensor del Pueblo, para quejarme de la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones, para que, muy probablemente, el dinero que la operadora me adeuda nunca me sea devuelto. Y lo peor es que de operadora se puede cambiar. De organismos públicos, no.
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#40 Yo creo que la relación no es tanto fumar porros-llegar lejos (aunque claro, también habría que saber a qué llamas llegar lejos), sinó más bien que el no saber poner el límite a lo primero, y no saber plantearse metas y ser disciplinado en conseguirlas para lo segundo, son dos aspectos de un mismo carácter.
Pero vamos, que lo de establecerlo como una relación causa-efecto me parece un error, igual que me parece un error el tópico que siempre acaba apareciendo de que consumir una droga lleva a otras más duras. Antes solía darse por supuesto que una droga blanda llevaba a una más dura, que llevaba a arruinarse, que llevaba a robar, que llevaba a delitos peores. Hoy en día parece más aceptado que la relación entre consumir drogas blandas y acabar delinquiendo no es tan cierta, pero se sigue aceptando que una droga lleva a otras más duras.
Sin embargo ese mito sólo se aplica a las drogas que no son legales, porque aún no he oído (ni leído) a nadie argumentar que el tabaco o el alcohol lleven al consumo de drogas más duras.