Hace 2 años | Por RamondePatas a eleconomista.es
Publicado hace 2 años por RamondePatas a eleconomista.es

El ERE tocará a tres de las empresas del grupo para garantizar el futuro. Según la compañía, afectará a un máximo de 280 trabajadores de los 600 que tiene en total. Y dice que "se ve obligada a tomar esta medida por el fuerte impacto del teletrabajo"

Comentarios

perrico

¿Esa empresa no es la que contrató a dedo Ayuso para menús escolares un tiempo después de hacerlo con Telepizza?

D

Por lo que leo en el artículo afecta sobre todo al negocio de las cafeterías y carritos en las oficinas.

Me parecía raro porque he visto dos locales nuevos que van a abrir (que yo haya visto, no sé si tendrán más planificados).

N

Recuerdo una historia en la que la subcontrata tecnológica de BBVA (Next) tuvo en una oficina un Viena corner. A sus subcontratados les daban una tarjeta con saldo mensual (no sé si eran 15€) para gastar en esa cafetería. Como los empleados del banco no tenían ese derecho, presionaron para que los subcontratados no tuvieran esa tarjeta. Otra muestra más de solidaridad obrera.

Yomisma123

#3 Típico.
Encima que el de la subcobtrata está en peores condiciones...wall
Yo lo viví con unos monitores "cómo van a tener pantallas mejores que nosotros"
En fin..

Tonino

Por estas cosas volveremos todos a las oficinas más pronto que tarde.

N

#2 ¿Por qué cosas? Por comentarios así me imagino que el dinero que antes se destinaba a la cafetería ahora la gente... ¿se lo come? ¿Se lo desayuna, en vez de comerse un bollo del Viena?

Desde luego está claro que hay que seguir yendo a las oficinas como antes para que el trabajador se deje el dinero en cafeterías, gasolina... porque está visto que ese dinero desaparece y no se usa para nada más.

Tonino

#4 Porque el tejido empresarial que desaparece no se reposiciona en otros segmentos locales. Quizás ese dinero no se lo "coma" la gente; quizás es que se dedica más dinero al ahorro (menos consumo, menos inversión, menos productividad) o a comprar cosas en empresas de fuera que no aumentan nuestra competitividad (comprar videojuegos online, Netflixes o viajar fuera es joder la balanza).
No se te va a permitir dejar de consumir ropa, comida, peajes, combustible, coches, seguros y tantas otras cosas que sí gastas en la oficina y no ese café con leche en el bar que hay bajo tu casa en chándal mientras haces un Skype.