Desde tiempos inmemoriales los seres humanos tememos la oscuridad. No es extraño, porque en ausencia de luz perdemos el más poderoso de nuestros sentidos, quedamos ciegos, y somos vulnerables frente a criaturas mejor dotadas para las tinieblas. Por eso la caída de la noche fue siempre el momento de buscar refugio, alumbrar un fuego miserable y esperar el amanecer, sintiendo que afuera la noche daba cobijo a todos y cada uno de nuestros temores.
Comentarios
Ensayo sobre la ceguera, de Saramago, acapara los premios Hugo y Nébula 26 años después de su publicación.
A mi me gusto bastante El día de los trífidos, lo leí del tirón, sabiendo que es CF de los años 50