Se me ha erizado la piel al leer. Ojalá ahora tuviésemos el valor, la entereza y la rebeldía de estos hombres que nos quitaron hace años.
Cualquier alabanza que ponga aquí se queda corta. El mejor homenaje es no olvidarles y continuar su legado.
Querida Clara:
Cuando esta carta llegue a ti, ya no existiré.
Y aunque mamá te explicará porqué no estoy,
debes de saber, que he vivido
hasta el último instante de mi vida con mucha honra
y mucho orgullo, y siempre fiel a mi ideal.
No fui un cobarde, no robé a nadie,
luché sin tregua hasta el final.
Y he muerto dando la cara al enemigo.
Si cien vidas tuviese,
las cien daría por defender a la República.
No creo que el Fascismo consiga vencer.
Pero si la maldad de los falangistas pudiera más que la razón,
no ayudes nunca a mis asesinos, no hay que tener consideración,
que hoy no la tienen hacia nosotros.
En algún momento podrás saber
de todas las atrocidades que han cometido.
Solo te pido que cuides a mamá,
a tus tíos y a tus abuelos.
Y mira bien por tu hermano,
no os peleéis y trata de ayudarle,
y que él te ayude siempre.
Salud y felicidad,
mi último pensamiento será para vosotros.
Te quiere: Papá
Nota: En la Guerra Civil entre 1936 y 1939,
transitaron por todo el país miles de cartas de despedida
de condenados a muerte por el ejército dirigido por Franco.
De padre a hija, como en este caso, de hijos a padres, etc...
Contra el Fascismo descubierto
o más enmascarado en supuestas modernas,
liberales y limpias Democracias.
Por todos los muertos en defensa de la República,
y especialmente dedicada a mi tío abuelo Maximino Compán Fernández,
asesinado en estas mismas circunstancias
y por el cual yo tengo el orgullo de llamarme como me llamo.
No sé de donde sale la música de fondo que suena al abrir el blog porque jode bastante una lectura tan conmovedora. Es una buena muestra de que a los luchadores de la libertad se les puede despojar de todo, pero incluso después de muertos se sigue teniendo dignidad.
Comentarios
Se me ha erizado la piel al leer. Ojalá ahora tuviésemos el valor, la entereza y la rebeldía de estos hombres que nos quitaron hace años.
Cualquier alabanza que ponga aquí se queda corta. El mejor homenaje es no olvidarles y continuar su legado.
Sin dudar me viene a la mente la canción Querida Clara de Fé de ratasa
En este caso también es de un miliciano asturiano que iba a ser ejecutado y la carta se la dedica a su hija.
http://www.goear.com/listen.php?v=edb78e7
Querida Clara:
Cuando esta carta llegue a ti, ya no existiré.
Y aunque mamá te explicará porqué no estoy,
debes de saber, que he vivido
hasta el último instante de mi vida con mucha honra
y mucho orgullo, y siempre fiel a mi ideal.
No fui un cobarde, no robé a nadie,
luché sin tregua hasta el final.
Y he muerto dando la cara al enemigo.
Si cien vidas tuviese,
las cien daría por defender a la República.
No creo que el Fascismo consiga vencer.
Pero si la maldad de los falangistas pudiera más que la razón,
no ayudes nunca a mis asesinos, no hay que tener consideración,
que hoy no la tienen hacia nosotros.
En algún momento podrás saber
de todas las atrocidades que han cometido.
Solo te pido que cuides a mamá,
a tus tíos y a tus abuelos.
Y mira bien por tu hermano,
no os peleéis y trata de ayudarle,
y que él te ayude siempre.
Salud y felicidad,
mi último pensamiento será para vosotros.
Te quiere: Papá
Nota: En la Guerra Civil entre 1936 y 1939,
transitaron por todo el país miles de cartas de despedida
de condenados a muerte por el ejército dirigido por Franco.
De padre a hija, como en este caso, de hijos a padres, etc...
Contra el Fascismo descubierto
o más enmascarado en supuestas modernas,
liberales y limpias Democracias.
Por todos los muertos en defensa de la República,
y especialmente dedicada a mi tío abuelo Maximino Compán Fernández,
asesinado en estas mismas circunstancias
y por el cual yo tengo el orgullo de llamarme como me llamo.
No sé de donde sale la música de fondo que suena al abrir el blog porque jode bastante una lectura tan conmovedora. Es una buena muestra de que a los luchadores de la libertad se les puede despojar de todo, pero incluso después de muertos se sigue teniendo dignidad.
#4, curioso, he entrado a escribir lo mismo, cada vez que escucho esa cancios se me ponen los pelos como escarpias.
#1 Abajo, en los menús de la derecha hay uno con un reproductor sonando. Ahí puedes pararla.
Y por otro lado, cuántas cartas así hubiesen podido escribir tantos fusilados...