Lo mejor en estos casos es tomarse las cosas a cachondeo, así que vamos con el primer chiste: “Todos los ciudadanos son iguales ante la ley”. “Nosotros tampoco somos todos”, deben gritar muertos de risa en los despachos de las corporaciones exentas de tributar a la hacienda pública por la gracia de dios.. “Implacable con el indefenso, servil con el poderoso”, esa es la norma para sobrevivir y ascender en este mundo corrupto en el que habitamos.. En fin, que la buena infanta se hizo pasar por tonta y todo el mundo en la sala se creyó a pies..
Comentarios
no he podido terminar de leer el articulo por la sobredosis de rabia que me esta entrando
Por el Gran Wyoming, en su columna Nacido en los 50.