Ayer fui a jugar un torneo de ajedrez de la semana cultural de un pueblo. Soy nuevo en la zona y desde mi club de ajedrez me pasaron la ubicación de dónde se celebraba. No era un torneo importante, era un abierto en el que te podías apuntar el mismo día y ni siquiera había premio en metálico. Una forma de pasar el domingo por la mañana.
Cuando llegué a donde supuestamente se celebraba, vi que era una casa particular situada en una urbanización de las muchas que hay en la comarca. Al ver que, obviamente, allí no era, llamé a la persona que me había dado la información y no me cogió el teléfono. Supuse que se había equivocado de ubicación, así que decidí darme una vuelta a ver si encontraba dónde se pudiera celebrar.
Después de unos 10 minutos sin ver nada que pudiera parecerse a un club social, un parque con mesas o similiar, me resigné y emprendí el camino al coche para volver a casa. Cuando estaba llegando, de repente, llegó una patrulla de la policia local y me paró.
Me empezaron a decir que les habían llamado los vecinos diciendo que yo estaba haciendo fotos a las casas (lo cual era mentira, no saqué ni una foto). Yo les dije que no, incluso les di el móvil para que revisaran si había hecho alguna foto. Ellos se negaron a verlo. Acto seguido me preguntaron qué hacía allí. Les conté la historia y ellos me decía que ni había semana cultural ni había torneo de ajedrez. Y me insistían en qué hacía allí. Que si estaba buscando casa para comprar. Yo les respondí que no, que ya tengo la mía, que lo único que quería es pasar la mañana jugando el torneo de ajedrez. Me acordé que tenía una foto en el móvil del programa de la semana cultural. Quise enseñárselo, pero tampoco lo quisieron mirar.
Entonces me pidieron DNI y número de teléfono, que se apuntaron en una libretita. Y seguían cuestionando la existencia del torneo. Incluso me preguntaron por mi coche y me acopañaron hasta él para asegurarse que me iba del lugar.
Pasé un mal trago. No me gusta que me traten como a un delincuente, no querían ver lo que yo les enseñaba, solo estaban interesados en coger mis datos. Ni siquiera me ayudaron a poder encontrar la asociación donde se celebró el torneo (que sí se celebró, a unos 10 minutos de allí, porque por la tarde hablé con el responsable).
Pero quizá lo peor es que, tras expresar mi malestar por la situación a varias personas de mi entorno, lo veían como normal. Que no debería estar andando por ahí (ojo, la urbanización ni siquiera es privada, es como si fuera un pueblo) y que la policía hizo bien. ¿En qué momento hemos normalizado esto? ¿En qué momento alguien andando un domingo por la mañana, que se muestra incluso colaborativo para aclarar el malentendido, es "expulsado" de una zona pública y tratado como un sospechoso de no sé muy bien qué?