El vocabulario de la extrema derecha europea ha evolucionado más rápido que el de sus adversarios. Hay conceptos que se repiten, sí: "Alemania para los alemanes", machacón eslogan de Joseph Goebbels, se oye en las marchas del Movimiento Identitario alemán y en los mítines de Alternative für Deutschland. Sin embargo, no oirás a sus líderes hablar de la raza aria o las razas degeneradas. Eso está pasado de moda en Europa.
Yo veo muchos puntos en común: el enemigo exterior, exaltación de la etnia propia, manipulación ideológica de la historia, marginación social del autóctono crítico, clasismo…
Durante años, la izquierda ha demostrado que no entendía el multiculturalismo. En la ingenua celebración de las diferencias como de canción de Manu Chao, han perdonado toda clase de atropellos a los derechos humanos si los cometían miembros de una minoría. Esta postura culpable quedó perfectamente retratada en la defensa del velo que hicieron algunas feministas españolas. En la cantinela de fondo, "es su cultura y hay que respetara", se ha condenado a millones de mujeres a la insolidaridad.
Vaya por delante que, obviamente, no soy amigo del velo; pero decir que apoyar el velo es perdonar atropellos a los derechos humanos...
Este chico dice más tonterías que Ayuso. Cada artículo una parida. Me estoy empezando a plantear negativizar todos los artículos de este personaje sin leerlos, no por desprecio a su persona sino por aprecio a mi tiempo.
El problema es complejísimo. Se acusa a la izquierda de infantilismo al no querer ver los problemas de integración. Pero quizás(pensando mal) hay que hacer hincapié en la obsesión por la segregación cultural. Las élites de izquierdas son universitarios urbanitas de clase media alta. Gente que quizás no están muy interesados en tener a inmigrantes pobres cerca de sus casas. Mejor que se queden en los barrios obreros de la periferia y no den mucho el coñazo. Ya nos encontraremos con ellos en alguna manifa. El refugiado que llega a Alemania no es una amenaza para el periodista de Die Zeit que vive en un piso cojonudo de Prenzlauer Berg, sino para el desgraciado que vive en la periferia y que malvive con trabajos de mierda. El periodista vota a los verdes, natürlich, el pobre desgraciado votará quizás a die Linke... o quizás a AfD.
Comentarios
Yo veo muchos puntos en común: el enemigo exterior, exaltación de la etnia propia, manipulación ideológica de la historia, marginación social del autóctono crítico, clasismo…
La izquierda que apoya la secesión, se convierte automáticamente en ultraderecha,
Artículo sobre las opiniones que tiene la extremaderecha sobre la izquierda.
Durante años, la izquierda ha demostrado que no entendía el multiculturalismo. En la ingenua celebración de las diferencias como de canción de Manu Chao, han perdonado toda clase de atropellos a los derechos humanos si los cometían miembros de una minoría. Esta postura culpable quedó perfectamente retratada en la defensa del velo que hicieron algunas feministas españolas. En la cantinela de fondo, "es su cultura y hay que respetara", se ha condenado a millones de mujeres a la insolidaridad.
Vaya por delante que, obviamente, no soy amigo del velo; pero decir que apoyar el velo es perdonar atropellos a los derechos humanos...
Este chico dice más tonterías que Ayuso. Cada artículo una parida. Me estoy empezando a plantear negativizar todos los artículos de este personaje sin leerlos, no por desprecio a su persona sino por aprecio a mi tiempo.
El problema es complejísimo. Se acusa a la izquierda de infantilismo al no querer ver los problemas de integración. Pero quizás(pensando mal) hay que hacer hincapié en la obsesión por la segregación cultural. Las élites de izquierdas son universitarios urbanitas de clase media alta. Gente que quizás no están muy interesados en tener a inmigrantes pobres cerca de sus casas. Mejor que se queden en los barrios obreros de la periferia y no den mucho el coñazo. Ya nos encontraremos con ellos en alguna manifa. El refugiado que llega a Alemania no es una amenaza para el periodista de Die Zeit que vive en un piso cojonudo de Prenzlauer Berg, sino para el desgraciado que vive en la periferia y que malvive con trabajos de mierda. El periodista vota a los verdes, natürlich, el pobre desgraciado votará quizás a die Linke... o quizás a AfD.