Hace 5 años | Por --32677-- a religiondigital.org
Publicado hace 5 años por --32677-- a religiondigital.org

El sacerdote numerario Manuel Cociña y Abella lo tenía todo para ser obispo. De hecho, llegó a estar en varias ternas. Miembro de la Academia de Historia Eclesiástica, este clérigo del Opus Dei, que había convivido con el mismísimo san Josemaría Escrivá de Balaguer, se convertía entre 2007 y 2008 en rector de la Basílica de San Miguel, en Madrid (confiada desde 1959 a los sacerdotes de la Obra), e iba camino de convertirse en el primer prelado numerario de la Prelatura. Sin embargo, algo truncó esta carrera. ¿Qué ocurrió?

Comentarios

D

"Yo te libero de todo pecado. Puedes ir bajándote los pantalones"

D

#1 Sabes de alguna otra manera para limpiar el alma de forma tan directa?

skaworld

#1 #4 Creo que, lejos de chanzas, deberiamos empezar a dar consejos de buenas practicas para la muchachada.

Yo, despues de confesarme, siempre le digo "Ah, a proposito padre, tambien me gustaría confesar que tengo tendencia a morder cuando me atraganto"

againandagain

#1 ven hijo que te voy a dar la bendición...



El padre Black and Decker.

E

Y por qué le investigan, ¿por no abusar también antes de la confesión?

Urasandi

¿Y la justicia de verdad no tiene nada que decir?

g

Uno de los 5 requisitos para una buena confesión es cumplir la penitencia, sin la cual la confesión no es completa. Unas veces te toca rezar tres avemarías y otras comerle la polla al sacerdote. todo sea por el bien de tu alma inmortal.

l

al menos en siete ocasiones, el sacerdote aprovechaba su situación para “hacerme masajes” que acababan con tocamientos en los genitales.



Curiosa manera de expulsar al maligno para no volver a pecar.

XtrMnIO

Padre, soy seropositivo. Y ahora usted, también.

CEOVAULTTEC

¿Pero no se apuntaban a la obra para follar? No entiendo nada.

LordNelson

En la iglesia anglicana esto no pasa