No se donde acabaremos pero si sé que los banqueros centrales han entrado de lleno en un mundo de fantasía. El grupo lo lidera claramente la versión Anime de la política monetaria con el muy honorable gobernador del Banco Central de Japón, Haruhiko Kuroda (aka Peter Pan) a la cabeza. Hoy, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha adelantado este miércoles su intención de lanzar un nuevo plan de estímulo económico, cuya dotación alcanzará los 28 billones de yenes (240.907 millones de euros), con el objetivo de reactivar la titubeante economía
Comentarios
¿En qué punto del camino se creó el espejismo de que unos señores que se prestan a otros papelitos que otros terceros señores imprimen (y ya ni siquiera imprimen, solo anotan) hacen que al final la gente mueva el culo y produzca de verdad? ¿De donde salió esa imaginaria cadena mágica de transmisión que lleva de que un cambio en un número escrito en un balance de un banco central hace que la gente se levante por las mañanas a poner en marcha nuevos proyectos, que aparezcan nuevos clientes? ¿Quien creyó que el freno a la actividad estaba en el numerito?
#4 ¡Es que se vive tan bien dentro del espejismo!
#4 Seguramente todo nació a partir del instante en que el acceso al papel de verdad, al que parecía representar cosas tangibles (bienes y servicios), estaba bloqueado por las leyes del estado de derecho y la democracia. Una lata y un estorbo. Entonces pensaron los millonarios que podían estar por encima de la chusma si fabricaban un castillo en el aire que no dependiera más que de la fe.
El capital es como el agua que baja por la pendiente, tú le pones delante una valla y en vez de saltarla la rodea.
Diques es lo que hace falta.
- ¿Renta Básica para estimular el consumo?
- No No... vamos a volver a estimular el sistema financiero con N MIL MILLONES MAS a ver si esta vez funciona.
"Voy a probar a inventarme 28 billones de yens, a ver qué pasa".
Y eso, queridos niños, es lo que hace un gobernador del Banco Central de Japón.
6% del PIB de una tacada. Brutal.
Los demás vamos detrás.
Es el reto del crecimiento continuo e imposible.