Hace 5 años | Por --550559-- a elconfidencial.com
Publicado hace 5 años por --550559-- a elconfidencial.com

El personal de servicio dice que hay varias formas sutiles en las que pueden influir en los clientes para que pidan más alimentos o bebidas cuando salen a comer o cenar. ¿Lo más llamativo? Que nosotros, los comensales, no nos damos cuenta de cuándo nos están 'manipulando' para que elijamos una opción u otra. Todo ello con el único objetivo de que gastemos más, bien sea escogiendo el vino más caro, una porción más grande o dando una propina más cuantiosa.

Comentarios

Nixitro

Añado algunas que nos hacían cumplir en cierta tapería de Teatinos (Málaga):

1.- Ofrecer cervezas, sangría y/o tinto pero si no especificaban tamaño, meter la jarra de medio litro siempre.
2.- Cuando había sangría, sugerirla siempre por encima de la cerveza, porque era hecha por nosotros y tenía una carga de alcohol importante.
3.- Antes de que se acabe la bebida, preguntar por otra rondita.

Los clientes "contentillos" solían gastar mas, además había que contribuir a que el ambiente fuese de cachondeo con todos y las jarras congeladas entraban que daba gusto. A algunos clientes para que volviesen les "regalábamos" un chupito al final.

Otra cosa que pedía a cocina era echar bastante sal en las patatas y que las bravas picaran a base de bien.

S

Muy fan de los artículos que te recomiendan leer entre medias:
"Por qué el alcoholismo y la drogadicción son tan frecuentes entre los camareros"
"Cómo se vengan los camareros de sus peores clientes: los métodos más sorprendentes"

Robus

Personalmente: Cuando en un restaurante las bebidas son minúsculas tiendo a gastar mucho menos... porque siento que me están tratando de timar.

El otro día pedí una cerveza grande... y me trajeron un vaso de 33cl, me dijeron que la 'normal' era de 20cl... lo cual no estaría tan mal si no fuera que el precio de esa cerveza de grifo era casi la mitad de lo que costaba un plato principal y que en la carta no ponía cuantos centilitros tenía la "grande", aunque por el precio me esperaba como mínimo una jarra. Mi pareja pidió agua... y le trajeron un botellín pequeño.

Nos sentimos mal... solo pedimos un plato por persona, nada de picar y no nos "apeteció" ningún postre...

Al salir fuimos a otro sitio a tomar algo y luego a comernos un helado.

Total, no gastamos más ese día y no creo que volvamos.

D

al pedir bocata preguntan para beber, hasta ahi normal
lo raro es cuando esa caña esta menos llea de lo normal con mas espuma ...y
2º para cuando llega el bocata despues de un buen rato, se ha acabado y hace falta otra