Los conflictos armados, a parte de una calamidad para el pueblo llano, ha propiciado en muchas ocasiones una reestructuración de las fronteras con resultados que tan solo la lógica de los perdedores o vencedores puede llegar a comprender. Países artificiales y enclaves o fronteras totalmente aberrantes respecto su geografía física o humana han plagado (y plagan) los mapas políticos de todo el mundo. La antigua Checoslovaquia, Yugoslavia o el más cercano para nosotros enclave de Llívia, no son más que ejemplos de esta arbitrariedad secular.
Comentarios
Estuve por allí hace 2 años. Una zona preciosa para pasar unos días paseando en bicicleta y comiendo de maravilla.
Interesante a parte de lo obvio.