Corría el verano de 1972 y los británicos Deep Purple habían cerrado su cita con la historia en Japón. Dos años antes, habían conformado su formación de gala (Ritchie Blackmore, Ian Guillan, John Lord, Ian Paice y Roger Glover) en su álbum 'In Rock'. En este disco una auténtica joya de una exigencia vocal brutal nacía, se llamó 'Child in Time' y dos años después, en el que para muchos es el mejor concierto de la historia del rock, fue uno de los puntos más álgidos de aquel directo que escondía grandes anécdotas e historias entre bambalinas.