Si colocamos a un grupo de gallinas ‘desconocidas’ en un mismo corral, observaremos la siguiente conducta. Al principio, los animales se muestran frecuentemente agresivos unos con otros. Se producen numerosas ‘peleas’ a picotazos, en general poco cruentas. Sin embargo, a medida que va pasando el tiempo las peleas son menos frecuentes. Lo que se observa es que las gallinas han establecido un ‘rango’ que determina exactamente el orden de predominancia.
Comentarios
Y si alguien la lía parda, salen las antidisturbios:
Muy bueno el artículo. Y el fenómeno se da más frecuentemente en la sociedad humana de lo que nos gustaría, tanto a nivel individual como entre países e incluso "civilizaciones".
Y además de susurrarles... ¿las invitaba a cenar? O:-)