Una conversación con Neus Roig solo permite una aproximación a la vastedad de una injusticia repetida sistemáticamente durante décadas y que, como viene siendo habitual, tiene rostro de mujer. Esta doctora en Ciencias Humanas y Sociales es, posiblemente, la persona que más sabe sobre bebés robados en España. Su tesis, ‘La búsqueda biológica.
“Tengo información concreta de casos que se han resuelto previo retirar la denuncia judicial”, asevera. “Les han dicho ‘si usted quiere saber su hijo, o su madre, dónde está, retire la denuncia’ y de esta forma se han hecho reencuentros en España, a puerta cerrada”.
Y que todavía sea un tema tabú en pleno 2018... cuánta mierda hay oculta en España y que nadie quiere ver...
La primera noticia que salió de bebés robados durante la dictadura franquista me sonó a invento de los medios de izquierdas para atizar a la derecha acusándola de las barbaridades que habían pasado en Argentina... pero no, eran reales y protagonizados por monjas. Eso me abrió los ojos al infierno en que vivieron mis padres, donde alguien poderoso incluso se podía comprar un niño.
Lo malo es que aquello parece que no le interesa a casi nadie.
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“Tengo información concreta de casos que se han resuelto previo retirar la denuncia judicial”, asevera. “Les han dicho ‘si usted quiere saber su hijo, o su madre, dónde está, retire la denuncia’ y de esta forma se han hecho reencuentros en España, a puerta cerrada”.
Y que todavía sea un tema tabú en pleno 2018... cuánta mierda hay oculta en España y que nadie quiere ver...
'si usted quiere saber su hijo, o su madre, dónde está, retire la denuncia’
Pues retiras la denuncia, y una vez que sabes dónde está tu hijo o madre, la presentas otra vez, junto a una segunda denuncia por coacciones.
#2 es tan obvio que da ternurita
La primera noticia que salió de bebés robados durante la dictadura franquista me sonó a invento de los medios de izquierdas para atizar a la derecha acusándola de las barbaridades que habían pasado en Argentina... pero no, eran reales y protagonizados por monjas. Eso me abrió los ojos al infierno en que vivieron mis padres, donde alguien poderoso incluso se podía comprar un niño.
Lo malo es que aquello parece que no le interesa a casi nadie.