Hace 3 años | Por martins a nosdiario.gal
Publicado hace 3 años por martins a nosdiario.gal

No hay diferencias entre Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado. Existen diferencias entre la sociedad gallega y la española. Mientras el presidente gallego intenta presentarse de manera interesada como el alma moderada del PP, aplica en Galicia políticas de naturaleza reaccionaria inequívoca, con costos sociales evidentes.

Comentarios

martins

#1 Ah, y a los no gallegos no os creais que esto no os afecta, el que en los medios de Prisa o en la Sexta promocionen a Feijóo no es casual, cuentan con él porque le ven más posibilidades que a Casado para desbancar a su odiado gobierno de coalición de PSOE y Podemos, así que en pocos añitos nos podemos encontrar con que nos han colado otro gobierno ultra con mayoría absoluta como los de Aznar o Mariano.

El primer paso de esa hoja de ruta sería primero sacar mayoría absoluta en Galicia, claro.

Pointman

#6 Tenía un profesor que siempre decía que cuando los gallegos nos cabreamos con el gobierno no protestamos, mandamos políticos para Madrid.

Eibi6

#2 no lo era cuando entró, pero fue aprendiendo

Edito, era bastante peor un birrete de ciudad

martins

Llegó a Galicia como el hombre de Madrid para poner orden en ese PP fraguiano liderado por las baronías provinciales celosas de su independencia del aparato central. Patrocinado por el tridente formado en ese momento por Romay Beccaría, Mariano Rajoy y José María Aznar, fue incorporado en 2003 como primer vicepresidente del último Gobierno de Fraga con el objetivo de colocar al PP gallego en la línea dictada por Madrid. Chico para todo de Romay Beccaría, pronto ganó la batalla de la sucesión de Fraga con el apoyo de los sectores más reaccionarios del partido.
Lideró la oposición al gobierno bipartidista entre 2005 y 2009, siguiendo las pautas establecidas por la poderosa fundación FAES, un verdadero grupo de expertos del PP presidido por José María Aznar. En este sentido, la puesta en escena de su liderazgo con motivo de los incendios forestales de 2006 fue muy significativa, un trabajo que respondió a las indicaciones establecidas por la fundación Aznar. En esta línea, FAES elaboró durante este período una gran cantidad de informes referidos a Galicia que tuvieron su correlación en tantas otras campañas de los populares gallegos.
La oposición a la política lingüística del ejecutivo de coalición entre el PSOE y el BNG también fue diseñada por la FAES. Feijóoo rompió con el consenso parlamentario apoyado por su predecesor, Manuel Fraga, y lanzó a su partido a la batalla contra el idioma, implementando un nuevo discurso preparado por el think tank de los populares, donde presentaron el gallego como el idioma que pretendía imponerse coartando los derechos individuales de la ciudadanía. Todavía no había nacido el centrista Feijóo, tan querido por ciertos sectores de opinión, quien debutó como presidente derogando la legislación galleguizadora.

martins

#4 La propuesta ideológica que informa del programa de Feijóo no ofrece dudas. Los servicios públicos están sujetos a una política sistemática de recortes con graves consecuencias en el ámbito de la salud, la educación y la atención a las personas mayores. El último ejemplo: el Gobierno gallego se opuso a la reducción del número de alumnos por aula, contrario a lo recomendado por el Ejecutivo del Estado por motivos de salud y también exigió a la comunidad educativa según criterios pedagógicos. En la misma línea, Feijóo fue el único presidente que habló en contra de asignar la ayuda ofrecida por el estado a las comunidades autónomas para la educación.

Las consecuencias de las políticas de privatización del presidente gallego son visibles en los centros para ancianos. La crisis de salud causada por el coronavirus ha resaltado el modelo de atención promovido por la Xunta de Galicia, hasta el punto de que todas las personas fallecidas en residencias durante la pandemia eran usuarios de geriátricos de naturaleza o gestión privada. No es casualidad, tampoco, que la proporción de plazas públicas sea una de las más bajas del Estado, situandose, al mismo tiempo, Galicia con un porcentaje muy inferior a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El sistema de salud pública está siendo muy afectado por la administración de Feijóo. Así, según los datos aportados por la Asociación Gallega de Defensa de la Salud Pública, solo entre 2010 y 2014 dejaron de operar en Galicia unas 800 camas en complejos hospitalarios, reduciendo su cobertura en la última década en un 10%. Al mismo tiempo, el número de plazas hospitalarias es de 333.1 camas por cada 100,000 habitantes, en comparación con 504.3 camas por cada 100,000 habitantes del promedio de la comunidad. Lo mismo ocurre con la cobertura de la UCI, con 5.92 plazas por cada 100.000 habitantes en Galicia, en comparación con 8.28 plazas por cada 100.000 habitantes en España.

ayatolah

Y no olvidemos el otro tema...

T

Feijoo y Moreno Bonilla me parecen de lo mejor del PP actual.

D

#7 lol lol