El 21 de enero de 1793, Luis XVI, rey de Francia, fue conducido a la plaza de la Revolución. El pueblo de París se agolpaba alrededor de un elevado cadalso en el que se había instalado una guillotina, instrumento oficial de ejecución que había sido aprobado apenas nueve meses antes. Alrededor de las 10.30 horas de ese frío día de enero, la cuchilla separó la cabeza del tronco de Luis XVI de Francia. Según el testimonio del verdugo que lo ajustició, Charles Henri Sanson, "el rey soportó todo con una compostura y una firmeza que nos asombró a tod
Comentarios
Viene bien a propósito de esta noticia aquel "Aviso a navegantes" que se apuntaba en esta otra a propósito de aquel rey llamado Luis XVI
Las “enseñanzas de la Revolución Francesa
Las “enseñanzas de la Revolución Francesa
mrjaen.comla guillotina con la monarquía nunca se han llevado muy bien.
Alguien sabe cómo contratarlos?
todos los cuentos empiezan asi: "Según el testimonio del verdugo que lo ajustició, Charles Henri Sanson, "el rey soportó todo con una compostura y una firmeza que nos asombró a todos""... es parte consustancial de cualquier historia social.