Dormir bajo una manta muy pesada puede parecer a primera vista angustioso, pero en realidad resulta todo lo contrario. Este tipo ha demostrado ser eficaz para reducir el estrés y la ansiedad tanto en niños como en adultos, mejorar la calidad del sueño, reducir los niveles de dolor crónico, e incluso ayudar con los síntomas del autismo. Los datos obtenidos en un estudio revelaron una menor ansiedad después del uso y la elección de la manta lastrada como una modalidad para la calma.
Comentarios
Lo del colchón de lana si me gustaba, pero el nórdico le da mil vueltas a las mantas pesadas y que suelen raspar.
Y para el frio frio, sabanas de franela
#4 Taparse y dejar los pies por fueras si que es una tortura.
#3 Los que usais sabanas de franela sois casi peor que los que le echáis cebolla a la tortilla.
#5 Sólo en el pueblo (y anticebollista)
#3 Aquellos colchones de lana en los que prácticamente te hundías en ellos...
#8 http://www.descansnatural.com/?lang=es
#11 Jaja, me quedo con placentero recuerdo, no si ahora mi espalda estaría de acuerdo.
#3 A mi de la manta de lana lo que me gusta es el peso, pero qué raspe es un incordio. Un nórdico es mucho mejor, si, pero que pese algo.
La expresión "quedarse pegado a la cama" va a cobrar un nuevo sentido
Parece una tortura feudal
Algo nuevo que comprar
El "Si tienes miedo usa la manta de escudo protector" llevado al extremo.
#1 "Papá, ¡No llevas la manta!"
En invierno, si la manta no pesa, hace frío. En verano es al contrario.