Varsovia y Polonia son maravillosas y diferentes a lo que los españoles o latinos conocemos. Tienen costumbres y maneras de comprender la vida peculiares, pero sorprendentes. Sin embargo, es oportuno conocer algunos consejos antes de zambullirse y profundizar en sus secretos. Son una docena de advertencias que serán contestadas con otras doce recomendaciones.
Sin embargo, mientras que en España se bebe para divertirse y socializarse con los demás, en muchos casos, en Polonia el fin último es emborracharse lo máximo posible. Por ello no resulta extraño ver una mesa de personas en torno a una botella de vodka que prácticamente no hablan y sólo beben hasta caer semiinconscientes.
El autor del artículo hace tiempo que no va a ningún botellón, seguro.
Pues Las infraestructuras son lamentables pero por lo menos tienen trasporte público y cuelgan la información en internet y además funciana... es que estoy resentido con Renfe y algún que otro autocar que yo me sé
#6 Precisamente lo que diferencia el botellón de ir a bares, aparte del precio, es poder hablar, cosa imposible en locales con la música a tope. ¡Yo digo SÍ al botellón, SÍ a la vida!
Comentarios
Que raros son estos catalanes...
Sin embargo, mientras que en España se bebe para divertirse y socializarse con los demás, en muchos casos, en Polonia el fin último es emborracharse lo máximo posible. Por ello no resulta extraño ver una mesa de personas en torno a una botella de vodka que prácticamente no hablan y sólo beben hasta caer semiinconscientes.
El autor del artículo hace tiempo que no va a ningún botellón, seguro.
Venga, un premio para el primero que haga chistes con los catalanes...
#1, ganaste, has sido más rápido hasta que yo.
#2 lentooooo
Hehe, "... nunca digas 'no' a un brindis ...".
Creo que me llevaria muuuuuuy bien con los polacos.
Pues Las infraestructuras son lamentables pero por lo menos tienen trasporte público y cuelgan la información en internet y además funciana... es que estoy resentido con Renfe y algún que otro autocar que yo me sé
#6 Precisamente lo que diferencia el botellón de ir a bares, aparte del precio, es poder hablar, cosa imposible en locales con la música a tope. ¡Yo digo SÍ al botellón, SÍ a la vida!