Varios periodistas, famosos y críticos de arte se dan cita en una misma galería en 1964. Expone el enigmático artista Pierre Brassau, del que todo son alabanzas. Los críticos se vuelven locos y hablan de la “delicadeza de una bailarina en sus pinceladas”. Ocurre que Brassau no era Brassau, era un mono.
¿Y el nombre del crítico que «adivinó» la identidad del autor?
De todos modos, el mono afrontó la obra con gran frescura intuitiva, libre de concepciones anquilosadoras y sin la limitación de las paralizantes descripciones humanas acerca de qué deba ser o sea el arte en general y la pintura en particular.
Es el problema del arte moderno, que no existen parámetros para poder catalogarlo, y cualquier churro accidental se puede considerar una obra de arte muy valiosa.
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¿Y el nombre del crítico que «adivinó» la identidad del autor?
De todos modos, el mono afrontó la obra con gran frescura intuitiva, libre de concepciones anquilosadoras y sin la limitación de las paralizantes descripciones humanas acerca de qué deba ser o sea el arte en general y la pintura en particular.
se podría decir que todo lo que pintaba era una monada
#0 Yo diría que es copia/plagio de un envío en inglés de hace años. Las mismas frases (traducidas), imágenes y composición de la página
Pierre Brassau, el mono pintor [ENG]
Pierre Brassau, el mono pintor [ENG]
museumofhoaxes.comEs el problema del arte moderno, que no existen parámetros para poder catalogarlo, y cualquier churro accidental se puede considerar una obra de arte muy valiosa.