Hace 3 años | Por chisqueiro a project-syndicate.org
Publicado hace 3 años por chisqueiro a project-syndicate.org

La dura sentencia dictada contra el expresidente francés Nicolas Sarkozy, condenado por tráfico de influencias, confirma nuevamente una antigua verdad de la política. Aún en las democracias más afianzadas del mundo la corrupción sigue siendo una maldición. El poder es, entonces, la moneda más sólida en la política y crea tentaciones que no se puede exorcizar, pero hay que contenerlas y controlarlas. Por eso las democracias diseñaron una intrincada separación de poderes. Sobre todo, una justicia independiente

Comentarios

Mysanthropus

Victoria sí, pero el tipo en la trena no va a entrar...

Mauro_Nacho

La condena de Sarkozy es una victoria del Estado de Derecho, de la misma forma que la lentitud de la justicia en España es una garantía de los corruptos en España que en su mayoría se harán viejos antes ingresar en la cárcel. Pero la lentitud de la justicia no es para todos igual en este país. Los poderosos tienen tantas garantías procesales que parece que haya impunidad.

Ragadast

#7 Tenga en cuenta que su comentario ofende a Mr X, M. Rajoy y a Juan Summer.

l

Que nadie esté por encima de la ley seas Presidente,ministro o rey,esto tendría que ser lo normal en un estado de derecho.

c

Parece que la justicia francesa sí que supo dar con N. Sarkozy.

D

Y otra derrota mas del populismo...

D

La condena de Sarkozy es a una victoria del estado de derecho, como la condena de Barcenas es una victoria del PP.

filemon314

Sarcozy gran amigo de Gadafi, usó sus influencias para eliminar a Gadafi.