Sin darnos cuenta, nuestros días están meticulosamente planificados y ocupados por actividades que a menudo se consideran erróneamente prioritarias. El resultado es el distanciamiento de nosotros mismos, de nuestro mundo interior, de nuestras necesidades reales y primarias.
Nuestra voz íntima está sumergida en una incesante contaminación acústica, generada por un bombardeo de multitud fuentes de ruido, que se encuentran en todas partes en los lugares que frecuentamos diariamente, por trabajo y ocio. Un bombardeo al que no prestamos atención, tan concentrados estamos en nuestra agenda de tareas que debemos terminar al final del día.
Atravesamos los ruidos con la convicción de que siempre salimos ilesos, como si un escudo invisible nos protegiera, pero desgraciadamente no es así...
Estrés, ansiedad, cansancio y nerviosismo son sólo algunas de las consecuencias causadas por la continua exposición al ruido. Tomarse descansos para estar en silencio es sin duda la mejor medicina natural para mitigar los daños sufridos por nuestro organismo.
Pero con tantos compromisos y tanto ruido alrededor, ¿cómo y dónde encontrar el silencio?
El silencio se puede encontrar en tu coche, mientras vas al trabajo o haces algunos recados, solo apaga la radio y aprende a aprovechar los atascos sin quejarse, sino al contrario, verlos como una oportunidad.
Busca aparcamiento lejos y no cerca de tu lugar de trabajo, si para llegar puedes cruzar un parque o una avenida cerrada al tráfico, o dar un tranquilo paseo junto a un río.
Sal a pasear o hacer deporte temprano por la mañana, antes de empezar a hacer cualquier otra cosa y establece una rutina nocturna, que incluya un momento especial solo para ti, donde puedas relajarte tratando de aislarte lo más posible de las fuentes de ruido.
Unos minutos al día de silencio, aunque lo ideal sería poder concederte al menos 15 minutos de forma continuada, permiten conectarte contigo mismo, ayudan a relajarte, a concentrarte en tus objetivos, a recargar energías para afrontar el resto del día y a dormir de forma óptima.
Sobre el tema de dormir bien, recomiendo el siguiente artículo: Dormir bien: necesidad fisiológica y vital