Los alcornoques, tuyas y cedros conforman la principal masa forestal del Rif. Su valor ecológico llevó al Gobierno marroquí a crear en 2004 los parques nacionales de Talassemtane (Chaouen) y el de Alhucemas, en el norte. La máxima figura de protección ambiental presupone una conservación. Sin embargo, los alcornocales y los bosques de tuya y cedro del interior de los parques están amenazados por los cultivos de cannabis.
#3 Como integrante de la "pandilla de fumetas", prefiero responder a estas gilipolleces en lugar de tragármelas dobladas.
Uno empieza a acostumbrarse al cinismo de unos políticos que sólo parecen preocuparse por el medio ambiente cuando de drogas prohibidas se trata. Pasó en EE UU en 2005 con la siembra de marihuana en parques naturales, pero los medios parecían olvidar que quienes gobernaban entonces se negaban a aprobar el tratado de Kioto, proponían abrir Alaska a las prospecciones petrolíferas o promovían la tala masiva de bosques públicos para evitar incendios forestales, propuestas acogidas con alborozo por las grandes empresas. También el gobierno colombiano anda muy preocupado por los residuos químicos que vierten los laboratorios clandestinos para la fabricación de cocaína, pero la fumigación masiva con herbicidas y agentes biológicos les parece sanísima, a pesar de los numerosos informes sobre daños a las personas y al entorno. Me gustaría saber si el gobierno marroquí, aparte de los daños causados por el cannabis, tiene una política mediambiental que merezca ese nombre, o si, una vez más, estamos ante una excusa pueril que sólo puede engañar a los menos dotados intelectualmente.
Comentarios
Cosas de las políticas europeas antidrogas...
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elperiodico.com#3 Como integrante de la "pandilla de fumetas", prefiero responder a estas gilipolleces en lugar de tragármelas dobladas.
Uno empieza a acostumbrarse al cinismo de unos políticos que sólo parecen preocuparse por el medio ambiente cuando de drogas prohibidas se trata. Pasó en EE UU en 2005 con la siembra de marihuana en parques naturales, pero los medios parecían olvidar que quienes gobernaban entonces se negaban a aprobar el tratado de Kioto, proponían abrir Alaska a las prospecciones petrolíferas o promovían la tala masiva de bosques públicos para evitar incendios forestales, propuestas acogidas con alborozo por las grandes empresas. También el gobierno colombiano anda muy preocupado por los residuos químicos que vierten los laboratorios clandestinos para la fabricación de cocaína, pero la fumigación masiva con herbicidas y agentes biológicos les parece sanísima, a pesar de los numerosos informes sobre daños a las personas y al entorno. Me gustaría saber si el gobierno marroquí, aparte de los daños causados por el cannabis, tiene una política mediambiental que merezca ese nombre, o si, una vez más, estamos ante una excusa pueril que sólo puede engañar a los menos dotados intelectualmente.
Relacionada:
El cultivo de marihuana como amenaza para el medio ambiente
http://www.fac.cc/2005/12/el-cultivo-de-marihuana-como-amenaza_15.html
Esto seguro que no lo votan la pandilla de fumetas.