Hace 3 años | Por chisqueiro a niusdiario.es
Publicado hace 3 años por chisqueiro a niusdiario.es

El comisario apunta por ejemplo –repite ahí las ideas francesas- que el pacto debería reformarse para no tratar por igual el gasto corriente de los gobiernos con gastos en infraestructuras o en educación y que eso debería tenerse en cuenta ante cualquier análisis sobre sostenibilidad de la deuda. Gentiloni admite que los gobiernos deberán, en cuanto crezcan con fuerza, seguir reduciendo déficit y deuda, pero que deberán hacerlo con “un mecanismo creíble” que no suponga ajustes que lleven a otra contracción económica.

Comentarios

D

El punto crítico en este asunto es que a los españoles (europeos) no les interesa para nada tener deudas públicas y menos tenerlas tan abultadas. Es dedicar muchos recursos a nada productivo. Deberían ser los estados los que presionaran a la CE para que se bajase la deuda pública al mínimo. O incluso, hacerlo de por sí, simplemente por el bien de sus países.
La evidencia no dice que a más déficit mejor la economía país. La evidencia dice directamente lo contrario en la gran mayoría de los casos.
Pero claro, que los estados se preocupen por administrar lealmente los recursos de sus ciudadanos es ciencia ficción, al menos por lo que vemos en España.

D

#1 Sirve de poco si luego se coge la deuda privada (bancos y subcontratas de autopistas por ejemplo) y la transformas en pública vía rescate.

Lo que hace falta es apartar al zorro del gallinero.

D

#2 la deuda públcia tampoco vale absolutamente para nada.
Por mucho que pidas prestado o mucho que imprimas dinero, no creas riqueza porque la riqueza son los bienes y servicios que se consumen, no el dinero que se tenga (que se puede depreciar).
Los bienes y productos que se consumen son los mismos que se producen, salvo que se quiera parasitar al extranjero, que no se debería.
Y entonces la única forma de crear riqueza es que se produzcan más bienes y servicios.
Mientras que no se haga eso, solo hay un trasvase de rentas.
Si se hace con deuda, se coge dinero de quien paga la deuda o sufre la inflación (clases bajas y medias trabajadoras) y se pasa ese dinero a quien se beneficia de las políticas estatales, que son por ejemplo los que cobran intereses de esa deuda.