Los pactos para la reconstrucción muestran distintas formas de hacer oposición dentro del mismo partido. El líder del PP, Pablo Casado, no se ha pronunciado sobre la oferta de acuerdos autonómicos, pero varios barones han recogido ya ese guante. La presidenta de la Comunidad de Madrid se desmarcó de esos pactos. Cs y Vox ejercen una pinza sobre el PP: los primeros, llamando a la negociación, y los segundos, acusando al partido con el argumento de “derechita cobarde”.
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La principal función de Ayuso es mantener el bastión madrileño que está en las pútridas manos de lo más corrompido del PP. La zona Cero de la zona Cero.
La estrategia que está usando es fidelizar al máximo a ese grupo de votantesque escucha a diario a Federico Jiménez losantos un Carlos Herrera. Ese grupo de votantes adictos al evento mediático y a la tergiversación de la realidad que les permite vivir en la ficción de su universo paralelo.
Eso por una parte. Por la otra está haciendo de poli malo para que, por contraste, la labor de Almeida parezca la toma de decisiones de el mejor estadista del sur de Europa de los últimos 30 años.
Y puede que sea cortita, pero no tan limitada como nos quieren hacer creer.
Ayuso es una cabrona sin escrúpulos, vacía de sentimientos, carente de empatía y con altas dosis de psicopatía, pero de ahí a que sea idiota, creo que más de uno se equivoca.
Porque Ayuso está demostrando una incompetencia brutal, y una descoordinación con su propia coalición tricéfala impresionante, como para pactar con el gobierno vamos.
Tal como ha gestionado el asunto desde el indicio de la crisis sanitaria, será mejor que dejen a su comunidad para la última en permitir el desconfinamiento y después se le imponga determinadas condiciones para hacerlo, para poder hacer acciones coordinadas y evitar que se le otorguen privilegios a la hora de ver como hacerlo, que es la finalidad de realizar pactos para la reconstrucción entre comunidades y el gobierno central.