Federico y Salomón procedían de Guinea Ecuatorial. Ambos llegaron muy jóvenes al Atlético y poco a poco se fueron haciendo su hueco en las categorías inferiores. Su desarrollo físico era muy superior al de sus compañeros y rivales, lo que provocaba serias dudas sobre si era real su edad, pero lo cierto es que nunca se pudo demostrar que fuesen mayores de lo que decían. Ambos nacieron el 4 de febrero del año 2000, pero parecían de una generación anterior, al menos.
Comentarios
Es una pena para los chavales, porque les hicieron creer que eran muy buenos, y en realidad sólo "eran mejores" porque le sacaban dos cabezas a todos los niños de su edad, y en cuanto se igualó la cosa debieron sentir una gran frustración.
Eso también deberían de verlo los entrenadores, que los ponían porque ganaban los torneos gracias a ellos, pero a esas edades no se trata de ganar torneos.
#1 Es cierto. He visto muchos de estos casos en ese tipo de torneos, sobre todo en jugadores de raza negra. Recuerdo un chaval del Barça que tal era su superioridad física que se permitía "dormirse" con el balón y que se la robaran porque al instante metía el cuerpo y la recuperaba. Este tipo de jugadores, en cuanto se igualan los físicos les saltan todas las costuras.