Hace 2 años | Por Noctuar a investigacionyciencia.es
Publicado hace 2 años por Noctuar a investigacionyciencia.es

La historia está llena de personas que han perpetrado actos espantosos obedeciendo órdenes. Esto ha sucedido no sólo en circunstancias especiales o en las que peligre la propia salud y la vida. Los experimentos ya clásicos de Stanley Milgram y de sus discípulos muestran que basta la coacción de una tercera persona que represente a la autoridad para que algunos inflijan a sus congéneres un dolor tal que ponga en riesgo su vida. Un nuevo experimento aporta evidencias sobre lo que sucede en el cerebro cuando se producen estas situaciones.

Comentarios

sorrillo

A menos que le ordenes ser empático

D

Estos aprendices de nazis podrían hacer lo mismo con perdigonadas, pero nada hay que engordar el presupuesto como sea...

e

Que se lo digan a los soldados en la ww2

D

Estos estudios explicaran lo que ocurre en muchos casos, pero yo creo que en la sociedad hay mucho hp que pasa por buena persona que, si no fuera por el temor al castigo legal o social, cometería grandes atrocidades. En las guerras habrá de los que habla el estudio, pero otros cabrones ven la oportunidad de sacar al animal que llevan dentro y la aprovechan.