Desde una loma cercana donde había un grupo muy pequeño, seis personas y otras tantas esteladas, un hombre nos llamó fascistas. Llamó fascista tres veces a Nicolás Sánchez Albornoz, un antifascista de 93 años, militante antifranquista en la universidad, detenido en 1947 por hacer una pintada en un muro de la Complutense, condenado a trabajos forzados en el destacamento penal de Cuelgamuros, del que consiguió escapar al año siguiente en una fuga legendaria, para marchar al exilio, del que no volvió hasta después de la muerte del dictador.
Comentarios
Y luego pedro sanchez pactó (o intentó pactar) con los líderes políticos de esos manifestantes le faltó añadir.
#1 con el anterior director alguien en el País podría haberlo dicho, pero ahora no.
Supongo que si volvieramos 80 años atras en la historia estos fascistas del lazo estarian buscando a Machado para fusilarle, como las tropas franquistas que perseguian las columnas de refugiados camino de Port Bou en 1939.
Puedo entender que continuamente insulten y degraden a mi pais y sus simbolos. Eso da igual, como decia Bismark, es el pais mas resistente, llevamos siglos intentando destruirnos y no hay manera.
Pero Antonio Machado trasciende las naciones, es un simbolo de la humanidad. Es un simbolo de la derrota del intelecto y la sensibilidad por el fanatismo y la oscuridad ignorante, que a las claras queda reflejada en esta accion y deben estar orgullosos con sus esteladas al pescuezo de ponerse al nivel moral e intelectual de las tropas fascistas que menciono en mi primer parrafo.
En el fondo, para los que estamos enfrente de los nacionalistas de cualquier pelaje, el que hayan ido a escupir a la tumba de Antonio Machado, reventando su homenaje, les retrata politicamente y deja un testimonio que permite dejar muy a las claras a los extranjeros la infima catadura moral de esos que se dicen oprimidos y victimas y van mendigando minutos en medios de comunicacion de los distintos paises europeos.
Pero con sonrisas
Menuda chorrez...
El País ya ni esconde su panfletarismo.
Los indepes siempre queriendo hablar de su libro, aunque no venga a cuento. Quieren ser la novia en la boda, el muerto en el entierro y el bebé en el bautizo...