Estás frente al mostrador. A la izquierda, un filete de un rojo brillante, casi de anuncio, que grita "¡cómeme, estoy fresco!". A la derecha, una pieza de un tono más apagado, quizá un poco más oscura, pero veteada de finas líneas blancas. ¿Cuál eliges? La mayoría nos lanzamos al rojo vibrante. Es un acto reflejo. Aunque no siempre es el más inteligente.
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etiquetas: carne , marketing , alimentación , comida , tecnología
Delegar la responsabilidad en la pericia del comprador frente a un sistema asi con muchisimos mas recursos y profesionales dedicados a engañarte literalmente, y de donde recibes informacion tambien es parte del problema.
Mantener la alerta frente a cada pequeña accion de cada dia es imposible y es parte del objetivo.
El dia… » ver todo el comentario
* cualquier cosa que compres es una carnicería estará bien y será comestible.
Yo prefiero comprar en supermercados que para lo… » ver todo el comentario
De ahí la parte final de que está bien cualquier carne y que será comestible.
Pero supongo que cada cual nos hemos fijado en aspectos diferentes e intentando seguir dos conversaciones en una lo cual es absurdo, lo siento te he malentendido. Ultimamente, seguramente sea error mio, quizas lo mejor es que deje de comentar una temporada hasta que me aclare un poco mas la cabeza o la vacie de otras cosas que tengo pendientes. gracias por tu tiempo.
Voy a la carnicería desde hace muchiiisimos años y antes, las piezas tenian un color más oscuro en los bordes, que se iba extendiendo a medida que pasaban los días (a la carne no le pasaba nada). ahora todas las piezas parecen sacadas de una res recien matada.