«Soy el rey y os destruiré: todas las castas alimentan mi apetito», grita Javier Milei en su mitin de victoria tras las elecciones del 26 de octubre de 2025. Puede ahora aplicar medidas más duras, empezando por impuestos, pensiones y legislación laboral. Su programa es el del «Consenso de Washington» del FMI y no el anarcocapitalismo ultraliberal, sea lo que sea eso. Mantiene la retórica «outsider», amenaza con devorar a las élites pero su agenda es la del insider, alabada por The Economist, ese portavoz de la «élite global».