Hace 9 años | Por --423339-- a yorokobu.es
Publicado hace 9 años por --423339-- a yorokobu.es

Deberíamos disparar una salva de fuegos artificiales cada mañana para, así, celebrar que tenemos House of Cards, Breaking, Bad, The Leftovers o Los Soprano. De hecho, debería ser Javier Meléndez quien lo hiciera. La situación, en cualquier caso, no siempre ha sido así. Mucho menos en España, claro, donde durante mucho tiempo, la ficción televisiva apostaba rotundamente por glosar las vicisitudes de diferentes oficios y profesiones. Había series de periodistas, de ñapas, de policías, de curas, de farmacéuticos, de médicos, de maestros y canguros

Comentarios

Aleurerref

#1 Cansa un poquito el temita ya.

ElPerroDeLosCinco

Breaking estaba bien, pero Bad la superaba, dónde va a parar.

D

A, había alguna serie buena entre las citadas?
Para rematar faltaba "médico de familia". Aburrida y en la que de tan casta (de castidad, no de pablemos ) que los hijos nacerían por esporas, o a saber como.
Vaya pareja mas aséptica Emilio Aragon y Lidia Bosch.

ccguy

#2 Lydia Bosch estaba buenísima y eso que ya tenía sus añitos...

Un respeto

D

#5 por eso lo digo. Emilio tenía que tenerlos de plomo...
Un poquito de "merengue-merengue" siempre ayuda a hacer mas amenos los bodrios.

D

#11 No, pero tampoco la peor.

D

El problema de las series españolas es que están creadas para abarcar el máximo número posible de espectadores. Crear una serie dirigida a un público muy específico sería ruinoso para las productoras. Vamos, que hacer un breaking bad sería ruinoso.

TheIpodHuman

#12 Y "Los Serrano", al principio era graciosilla pero luego se puso insoportable. Otra serie made in Spain.

A

Ana y los 7, madafacka

S

Queridos, pilláis TODO al vuelo

S

#3 ¿más de la mitad? ¿Cuál se salva?

S

#1 España es la mejor

S

#13 Nadie ha dicho que lo sea, entiendo

J

#1 a mi tb me ha tocado en el alma que hable así de mi amado fari, pero hay que reconocer que mas de la mitad de las series de las que habla son una auténtica puta mierda, vómitos televisivos que no recomendaría ni a mi peor enemigo