Hace 7 años | Por ailian a vice.com
Publicado hace 7 años por ailian a vice.com

La semana pasada, curiosamente, me cerraron la puerta con llave en las narices cuando llamé para intentar entrar a uno de esos locales a hacerme una manicura. Me mosqueé tanto que decidí sí o sí buscar un sitio donde me atendieran para ver si era realmente lo que decía o se encontraba en la segunda categoría. Escasos metros más allá de donde me acababan de negar la entrada, encontré otro centro estético regentado también por chinos. Por las paredes y en vinilo rojo estaban escritos los precios: manicura semipermanente, de 18 a 20 euros.

Comentarios

Unregistered

Solo con el titular ya imaginaba que sería un artículo de Vice.

Ferran

#1 Nunca imaginarás lo que pasó. Saberlo te dejará asombrado.

D

#0 no acabo de entender por qué encubren este tipo de actividad, la prostitución en España es legal, ¿no?

Ferran

#2 En este caso es proxenetismo, que es ilegal.

tiopio

Bajo el entramado de Vice subyace una situación mucho más grave con la que las autoridades policiales están tratando de lidiar. "Si no podemos hacer aflorar que hay un elemento coactivo o de sumisión de la actividad respecto a la organización el hecho en sí no es delictivo. Si se puede vincular el dinero obtenido de la publicación con el modo de declarar los beneficios habría un delito de carga fiscal".

Conseguir que una víctima, explotada por Vice, hable sobre su situación es más bien difícil, por no decir imposible. El miedo impuesto por las organizaciones criminales es tan grande que las víctimas son silenciadas, de manera que por lo único que se las puede citar a declarar es por ser sospechosas de realizar actividades económicas distintas de las que se publicitan.

Por eso no hay denuncias sobre las actividades de Vice.