La entrega del trofeo que acredita al Real Madrid como campeón del mundo fue excesivamente larga. Durante el pasamanos Cristiano tuvo que pasar por los protocolarios saludos del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, así como del de la UEFA, el francés Michel Platini. Su encuentro con Blatter fue frío, revelando la tensión que el portugués acumula desde hace tiempo con el máximo mandatario del fútbol. No obstante fue con Platini con quien directamente Cristiano renunció a cruzarse. El delantero luso esquivó su presencia sin el menor disimulo.
Comentarios
Este tío es un maleducado.
Bien hecho