Una exposición inédita desvela parte de los secretos de Hollywood al recuperar y exhibir algunos de los fondos de escena más icónicos pintados durante la época dorada del cine estadounidense. En los años dorados de Hollywood, cuando la tecnología y los efectos especiales aún no existían, los decorados eran obras de arte, verdaderos cuadros realizados en enormes paredes por pintores que trabajaban día y noche bajo el control a menudo obsesivo de los grandes directores.
