El 11 de noviembre de 1883, a propuesta de Mittag-Leffler, fue aceptada como profesora en la Universidad de Estocolmo. El puesto docente que se le ofrecía durante ese primer año, en el que se pretendía probar su competencia, no era oficialmente remunerado, la pagaban sus alumnos y a través de una suscripción popular. Su llegada fue un acontecimiento que salió en la prensa y un periódico la saludaba como «princesa de la ciencia» a lo que ella replicó: «¡Una princesa! Si tan sólo me asignaran un salario» (ver [3]). El curso siguiente fue nombrada
Comentarios
Gracias #0 , está no la conocía
#1 Yo tampoco. Fue casualidad encontrar ese artículo y me pareció interesante.
#2 si, esa web tiene artículos interesantes