Hace 13 años | Por MeTTa a publico.es
Publicado hace 13 años por MeTTa a publico.es

La publicidad funciona de cualquier manera. Y si en su anuncio aparece una monja embarazada tomando un helado, más. Sobre todo, si piensa empapelar los alrededores de la Abadía de Westminster antes de la visita del Papa con un cartel similar porque el organismo que regula la publicidad le ha prohibido el anterior. Es lo que piensa hacer Antonio Federici, la empresa de helados que ha provocado que la Advertising Standards Authority (ASA) vete un anuncio por "burlarse de los católicos".