Hace 13 años | Por --55611-- a elconfidencial.com
Publicado hace 13 años por --55611-- a elconfidencial.com

Si la coherencia es un valor político, Valeriano Gómez, el nuevo ministro de Trabajo, tiene ante sí un reto ineludible. Convencer al Gobierno de la necesidad de elevar el IVA a cambio de rebajar las cotizaciones sociales. La vicepresidenta Salgado se ha negado siempre a esta solución, pero pronto tendrá sobre la mesa la propuesta de Gómez, escrita de su puño y letra (por supuesto

Comentarios

Pakipallá

Lo que hay que hacer es "bajar" el despilfarro, la corrupción y los chanchullos de alto nivel... luego, ya si eso, que se metan con los pobres.

D

#1 Ahí le has dao!!

polvos.magicos

#1 No caerá esa breva, una vez montados en el carro del poder y el dinero nadie quiere bajarse, por algo será.

D

Por cierto, esa petición la llevan haciendo expertos durante años si que nadie haga caso. Gómez Navarro y Jordi Sevilla, entre otros, han destacado los beneficios que tendría eso para la competitividad. Las cotizaciones sociales se cargan sólo sobre los productos y servicios españoles, el IVA también lo pagarían sobre productos de países que hacen "dumping social" y que ahora entran a bajísimos precios.

tocameroque

Lo que urge es penalizar (La OMC que se vaya a tomar por donde debe) con aranceles los productos que entran desde países donde se maquila y fabrica con costes ínfimos y donde no se respetan los derechos sociales, laborales y democráticos de sus ciudadanos, por que son los directos causantes de que cientos de empresas hayan cerrado en el textil, la electrónica y muchos sectores industriales deslocalizados, nuestros productos jamás pueden competir en precio con ellos, por que aquí cuesta mucho dinero tener plantillas socialmente justas.
Urge también perseguir el enorme fraude fiscal: facturas falsas, economía sumergida y contrabandos varios que provoca que empresas tapadera funcionen como lavadoras de dinero negro. Toda esta gente en la economía legal generaría millones de euros que ahora se esfuman y amenazan a las empresas que sí cumplen sus obligaciones fiscales y laborales.

D

#4 Estoy de acuerdo en que perseguir el fraude eficazmente es algo más que urgente, indispensable. El fraude también resta competitividad a una economía, porque obliga a cargar con más impuestos a quienes cumplen con sus obligaciones fiscales para mantener al estado.
No creo, en cambio, que barreras arancelarias puedan arreglar nadad eso. No son necesarias cuando se equilibra bien los costes en las economías modernas. Alemania, Holanda, Reino Unido no necesitan muchas barreras de este estilo, a pesar de la fortaleza del Euro, porque la competitividad de sus economías es muy elevada. Venden coches, y los venden caros, venden servicios, y los venden caros, venden productos de toda índole, y el valora añadido que aportan es muy elevado gracias a su competitividad. Y eso no significa tener sueldos bajos, que es la mentira más grande que nos están contando algunos estúpidos, todo lo contrario. Buena preparación, gente bien formada, inversión adecuada, tecnología adecuada y buenos sueldos y tendremos buena competitividad.

tocameroque

#6 Es una simple ecuación:
Precio= Coste (salarios+materiales) + Beneficio.
En España el beneficio es exagerado para un precio idéntico al europeo. En Europa los costes salariales son mayores (mayor salario) el coste de los materiales es más o menos igual, pero el beneficio es menor. El empresario europeo tiene una mentalidad calvinista, frugal, largoplacista alejado del perfil del empresario español estraperlista, cortoplacista, cicatero, embaucador y tramposo que busca el aprovecharse de proveedores, clientes, trabajadores y Estado.

D

#7 Una apreciación demasiado dura y generalista, creo yo.
La ecuación no es exactamente así. Es más bien así:
Precio= Coste (Salarios+cargas sociales+aprovisionamientos+intereses+amortizaciiones) + Beneficio.
Las cargas sociales en España son más elevadas que, por ejemplo, en Alemania, Austria u Holanda, casos que conozco de primera mano, con lo cual el coste de salarios+cargas sociales es mayor. El peso de las cargas sociales impide, entre otras cosas, que los salarios sean mayores. El beneficio en España, salvo en sectores muy concretos (construcción, por ejemplo) es más bajo que el europeo, porque la productividad es muchísimo menor.
El día que los trabajadores se den, nos demos cuenta de que esos costes ocultos contra lo que más cargan es contra su propio salario y nos dejemos de demagogías de "beneficios", ese día los trabajadores (y pequeños empresarios) viviremos mejor en este país. Hay que hacer las cuentas con la cabeza, no con el corazón.