El histórico edificio, que lleva cerrado años cerrado por decisión del Gobierno del PP, se encuentra en un estado de abandono total. En su interior hay restos de botellón y de excrementos animales, documentación pública abandonada, basura y muebles y uniformes del Ayuntamiento tirados y sin ningún uso. Las humedades del interior y del exterior son ya un problema evidente en un edificio en el que las señales de saqueo, con robos de pomos e interruptores de la luz desaparecidos e indicios claros de búsqueda de cobre, son obvias.