Entrevista a Manuel Penas, un atleta español que trabaja de funcionario de prisiones. "Desde que está en la cárcel, Manuel Penas ha dado un salto de calidad increíble", se oye en la Federación de Atletismo. "Jopé, cómo ha mejorado Penas. Hasta ha logrado bajar de los 28 minutos en los 10.000", exclama un fisio en el módulo de alto rendimiento. No hace falta mucho más para que la imaginación del periodista hambriento de historias humanas se dispare....
Comentarios
Joan Plaza, el entrenador de basket, también era funcionario de prisiones. Es un trabajo absurdamente desprestigiado, las instituciones penitenciarias españolas son un ejemplo. No dejan de ser cárceles, evidentemente, pero la calidad de vida de los presos es muy aceptable en comparación con lo que hay por ahí (otra cosa es que el gobierno se empeñe en meter allí cada vez a más gente). Y esto es en buena medida gracias a los miles de funcionarios de prisiones españoles.
Puede hacer lo que le venga en gana. Pero personalmente me apena conocer cada vez más casos de personas que ejercen profesiones de tanta importancia, trabajando día a día con los derechos más básicos y elementales de las personas, simplemente motivados un sueldo y unas condiciones laborales. Aquí se incluyen funcionarios de prisiones y policías.
Aunque esto no tiene porqué comportar falta de profesionalidad, me parece lógico que se cometan malas praxis si se consideran las motivaciones y valores de gran parte de estas personas. Cierto es que hay procesos de selección, del mismo modo que conocemos sus limitaciones y la necesidad de ocupar plazas. Por otra parte, creo que los hechos hablan por si solos, especialmente en el caso de policías. Sólo con seguir un poco la prensa es suficiente. En el caso de las prisiones no es que no existan hechos, sino que son todavía mucho más fáciles de invisibilizar.
Que conste que este comentario no va dirigido a Manuel.