El 23 de abril de 2005, el Tribunal Supremo reconoció expresamente con carácter general la objeción de conciencia no sólo para los médicos sino también para aquellos profesionales sanitarios con competencias en materia de dispensación de medicamentos.
Me la suda lo que hagan los farmacéuticos católicos, apostólicos y romanos. Pero que pongan un cartel en la puerta diciendo que no las venden, para que todo el mundo se entere y obre en consecuencia. Espero que se queden sin clientes y se arruinen todos los que se nieguen a venderla.
Pues si tienen derecho de objeción, que se liberalice el sector y pueda cualquier licenciado abrir una farmacia. O son un servicio público o son establecimientos privados: no se anden con tonterías.
Lo que no es de recibo es que unas creencias impidan el buen hacer de una profesión, si tus creencias te imponen limitaciones estudia una carrera que no choque con ellas, la religión debería estar totalmente fuera de la medicina porque son incompatibles.
La objeción de conciencia en ayuntamientos, farmacias y hospitales es una aberración y supone un gravísimo paso atrás en la igualdad de derechos en una sociedad que quiere progresar. Yo sueño con que algún puñetero día la religión se catalogada como lo que es, un negocio y sea tratada como tal.
Pues digan lo que digan quienes lo digan, no suministrar medicamentos por creencias ajenas a la medicina es claramente un crimen. Es incluso peor que la omisión de auxilio.
Y de Hazteoir ni me creo nada ni voto nada.
Muy bien, que les reconozcan que sus dogmas no atienden las necesidades de otras personas por ejercer estas su constitucional derecho de libertad de conciencia y sexual, como si les reconocen como marcianos mientras las mujeres tengan puntos suficientes para poder adquirir la píldora como cualquier otro medicamento.
Comentarios
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO... He votado positivo
Si se lee la noticia se ve que es erronea, porque realmente se desestimó el recurso.
Me la suda lo que hagan los farmacéuticos católicos, apostólicos y romanos. Pero que pongan un cartel en la puerta diciendo que no las venden, para que todo el mundo se entere y obre en consecuencia. Espero que se queden sin clientes y se arruinen todos los que se nieguen a venderla.
Pues si tienen derecho de objeción, que se liberalice el sector y pueda cualquier licenciado abrir una farmacia. O son un servicio público o son establecimientos privados: no se anden con tonterías.
#3 Ea ea, toma un positivo para que te compense.
Lo que no es de recibo es que unas creencias impidan el buen hacer de una profesión, si tus creencias te imponen limitaciones estudia una carrera que no choque con ellas, la religión debería estar totalmente fuera de la medicina porque son incompatibles.
La objeción de conciencia en ayuntamientos, farmacias y hospitales es una aberración y supone un gravísimo paso atrás en la igualdad de derechos en una sociedad que quiere progresar. Yo sueño con que algún puñetero día la religión se catalogada como lo que es, un negocio y sea tratada como tal.
Pues digan lo que digan quienes lo digan, no suministrar medicamentos por creencias ajenas a la medicina es claramente un crimen. Es incluso peor que la omisión de auxilio.
Y de Hazteoir ni me creo nada ni voto nada.
Muy bien, que les reconozcan que sus dogmas no atienden las necesidades de otras personas por ejercer estas su constitucional derecho de libertad de conciencia y sexual, como si les reconocen como marcianos mientras las mujeres tengan puntos suficientes para poder adquirir la píldora como cualquier otro medicamento.
#2 Debo de ser totalmente analfabeto, pero esto es una sentencia del Supremo, no un recurso. Y una sentencia "pone fin" a un tema jurídico.