No hay que viajar a la frontera de Melilla para encontrar concertinas. De hecho, a raíz del debate por su uso para evitar la entrada de inmigrantes en España, muchos ciudadanos se han podido familiarizar con la palabra y hasta descubrir estos alambres con cuchillas en sus propios municipios, incluso de manera ilegal. De hecho, la empresa metropolitana de abastecimiento y saneamiento de aguas Emasesa -encabezada por el Ayuntamiento de Sevilla y que engloba a una docena de municipios- tiene colocadas concertinas en el cerramiento de una estación.
Comentarios
#3 Yo es que veo una cuchilla y me lanzo a por ella. Sin ser emo ni na. Es que son tan atractivas y van provocando. La culpa es suya por afiladas.
#3 Si claro, pero habiendo puertas, mejor saltar la valla...
Esto me recuerda el chiste que contaba Steve McQueen en los 7 magníficos sobre un hombre se desvistió en pleno desierto y saltó sobre una mata de cactus y cuando estaba allí jodido alguien le preguntó que por qué había hecho eso y la respuesta fue que entonces le había parecido una buena idea.
La escabechina la provoca cualquier idiota intentando saltar la valla para entrar en la estación de bombeo... supongo que por curiosidad porque claro... ¿quien querría dejar este mundo sin haber visto una estación de bombeo de cerca? Deben ser la leche de interesantes.
Que absurdo es todo. En vez de vallas tendriamos que rodear las cosas de puertas. Ah y aquel que ponga cristales rotos en su tapia al talego. Menudo desgraciado desaprensivo.
Increíble, cerrando el paso a personas que quieren ir mas allá. Inadmisible OIGAAAAA!!!!
#2 Tengo entendido que a esos dispositivos tan sofisticados se les llama puertas
Y si se quiere que no se entre por arriba, o se hace la pared más alta o se ponen vallas con ángulos que impidan el paso fácil. Poner concertinas es provocar una escabechina
Al lado de mi casa hay una base militar y los muy hijos de puta tienen puestas vallas y ALAMBRE DE ESPINO!! para que no puedan saltarlas. Voy a mandar una queja al diario.es a ver si me mandan a la reportera del artículo este. Se van a cagar los milikos