Los artistas radicales del periodo de entreguerras vivieron su momento de forma imperfecta, como siempre hacen los seres humanos. Pero lo hicieron juntos, creando comunidades que no solo se oponían al militarismo y al fascismo, con sus desmembramientos físicos y políticos, sino que buscaban la verdadera liberación de sus lógicas. Libertad no solo en teoría, sino en su práctica diaria: en la forma en que su arte exponía la farsa y el artificio de la sociedad burguesa …