La policía de Berlín reprimió violentamente una protesta pacífica en solidaridad con Gaza, llegando incluso a agredir a un anciano con una agresividad impactante

La estrategia de seguridad nacional estadounidense se hace eco del lenguaje de los partidos de extrema derecha. Pero los partidarios de la línea dura al otro lado del Atlántico no parecen impresionados. Hay una cosa que estos partidos han aprendido del segundo mandato de Trump: no siempre es fácil cuadrar el lema de “Estados Unidos primero” con “Alemania primero” o “Francia primero”.

China impulsa exportaciones y autosuficiencia, generando un superávit récord que perjudica a Europa mediante competencia desleal en sectores clave como automoción y química. Goldman Sachs estima un impacto negativo de hasta 0,3 puntos del PIB europeo, afectando incluso a España por sustitución de producción local. Alemania, antes beneficiada por China, ahora importa más de lo que exporta, reflejando un giro estratégico desfavorable. Europa reacciona con retraso: Macron advierte del riesgo y amenaza con aranceles, imitando la postura de EE.UU.

El Gobierno de Donald Trump acaba de publicar su nueva Estrategia de Seguridad Nacional y lo que contiene es directamente una declaración de guerra política contra Europa. Negro sobre blanco: quieren apoyar a los partidos de extrema derecha para destruir la Unión Europea desde dentro. Alternativa por Alemania, Vox, Reagrupamiento Nacional... todos financiados y legitimados desde Washington. Y no es solo Europa. En América Latina están haciendo lo mismo: 20.000 millones de dólares a Milei condicionados a que gane las elecciones, indulto a un nar

Durante una visita a Jerusalén, Merz también reconoció la "permanente responsabilidad histórica" de su país por el exterminio masivo de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Hay más de un aspecto de la actual carrera armamentística —liderada por Alemania— y de la creciente militarización de la sociedad que debería investigarse y, sobre todo, situarse en un marco analítico más general. Sin duda, esta búsqueda de una “economía de guerra” —que no es sólo una cuestión de armamento, sino también de inversiones en infraestructura— se basa en cálculos económicos, ya que algunos creen que podría actuar como catalizador para la recuperación de la economía continental.

La Cámara Baja del Parlamento alemán aprobó la ley sobre un nuevo servicio militar, que de momento será voluntario, aunque contempla la posibilidad de recurrir al reclutamiento obligatorio en caso de necesidad.