El sector del transporte lleva unos años combatiendo contra un gran enemigo: sus propias emisiones de CO₂. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, este sector era el responsable de, aproximadamente, el 30% de las emisiones. Y, del total de esas emisiones, la aviación civil representaba un 13,4%. ¿La respuesta? La electrificación en el caso del transporte terrestre, algo que ha ido evolucionando a buen ritmo. En el caso de la aviación comercial, no se apostó por la electricidad, sino por el hidrógeno.