Desde hace años, María no ríe. Ha cambiado la risa abierta por una media sonrisa que apenas de deja ver. La carcajada le provoca un dolor insoportable. "Era un dolor tan fuerte tan fuerte cada vez que me reía, que dejé de reírme. Y eso que yo antes me reía por todo", asegura María. Sufre "Arnold Chiari", una malformación congénita de la base del cráneo. La risa dolorosa es tan sólo uno de los muchos síntomas que puede presentar esta enfermedad rara y de difícil diagnóstico...
Comentarios
yo cuando me rio a carcajadas, me da un dolor insoportable entre las costillas, en el abdomen y me dura mucho rato...ya solo sonrio...me da miedo reirme...extraña y dolorosa enfermedad...