Un estudio reciente de 31 fósiles descubiertos hace 68 años en la zona arqueológica de Palenque revela que los mayas sabían que el suelo que pisaban fue, millones de años atrás, un océano inmenso, un sitio marino primigenio al que los muertos regresaban tras su paso por esta vida.
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Y eso al tiempo que muchos civilizados conquistadores creían que la Tierra era plana...