Hace 13 años | Por CarlosValina a 15sol.blogspot.com
Publicado hace 13 años por CarlosValina a 15sol.blogspot.com

ANALISIS: Leo en la Vanguardia una carta de Pilar Rahola donde, tras estar de acuerdo en parte con la indignación ciudadana, se opone a las acampadas, entiende que la policía estaba legitimada para retirar "objetos de riesgo", incluso por "la fuerza" si la gente no lo consentía y que las acampadas no pueden durar siempre ocupando los espacios públicos. En defensa de los Indignados, trato de desmontar uno a uno los argumentos de Pilar, para quien desee tener más argumentos que oponer a quienes están porque las cosas no cambien de verdad.

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Tercero: eso no significa ni que todos los acampados digan cosas razonables, ni que todas las propuestas sean digeribles. Algunas nos llevarían directamente a la jungla.

Vale, descartar dar respuestas al todo por la descalificación de algunas, es, digamos, poco ético. La situación contra la que se manifiestan también tiene propuestas que nos llevan a donde no nos interesa.

Cuarto, ni todos los indignados son espontáneos ni todos representan la indignación de la gente

Palabra de Rahola.

Quinto, el intento de apropiación de algunos partidos llega al surrealismo de las declaraciones de Joan Herrera a Josep Cuní, asegurando que la verdadera democracia está en la plaza Catalunya. ¡Magnífico! ¿Y qué hace este hombre con un carnet de diputado? Que lo devuelva y se vaya corriendo allí donde está la democracia, y no en los parlamentos legítimamente constituidos.

Ni puñetera idea tienes Rahola. La democracia está en los ciudadanos, y de eso no hay duda, y los parlamentos legítimamente constituidos son los que emanan de la decisión de los ciudadanos, por tanto la democracia no está ni en la plaza cataluña ni en la puerta del sol ni en los parlamentos. Los parlamentarios son los que deben llevar las propuestas, ideas, reivindicaciones, como quieras llamarlo, de los ciudadanos a los parlamentos, no al reves como ilegítimamente pretendes.