La aerolínea irlandesa es tan famosa por su obsesión de ahorro de costes como por las afición de su director ejecutivo por hacer el ganso. Este hecho no es sino también otro ahorro en los costes de publicidad, que no deja de aterrorizar al mundo del marketing. Pero parece que funciona, pues Ryanair a día de hoy es el mayor transportista de bajo coste de Europa.
Está noticia me viene al pelo para decir algo que dije ayer en el aeropuerto cuando recogí a mi mujer, que llegaba con 45 minutos de retraso.
"sólo he volado dos veces con Ryanair, y en comparación con otras, es mejor para mí, en los los vuelos no tuve retraso, tenía mayor distancia entre asientos, y una vez echa toda la parafernalia que te exijen para volar con ellos, no es tan diferente de otras compañias(vueling hace casi todo lo mismo)".
Delante de mi varias amigas que miraban con asombro mientras hablaban, asentían, otros que estaban al lado discutían entre ellos, el porque podía tener razón o no, pero al final de unas 12 personas, 8 dijeron que quitando el rollazo y apartando lo de las azafatas que no paran en todo el vuelo.
Volverían a volar con ellos, porque vale la pena por sus precios, y por su puntualidad.
Saben positivamente que todo eso es un esperpento que no se llevará a cabo pero también saben muy bien la publicidad que les reporta. La máxima es: "que hablen mal de mi, pero que hablen"
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Está noticia me viene al pelo para decir algo que dije ayer en el aeropuerto cuando recogí a mi mujer, que llegaba con 45 minutos de retraso.
"sólo he volado dos veces con Ryanair, y en comparación con otras, es mejor para mí, en los los vuelos no tuve retraso, tenía mayor distancia entre asientos, y una vez echa toda la parafernalia que te exijen para volar con ellos, no es tan diferente de otras compañias(vueling hace casi todo lo mismo)".
Delante de mi varias amigas que miraban con asombro mientras hablaban, asentían, otros que estaban al lado discutían entre ellos, el porque podía tener razón o no, pero al final de unas 12 personas, 8 dijeron que quitando el rollazo y apartando lo de las azafatas que no paran en todo el vuelo.
Volverían a volar con ellos, porque vale la pena por sus precios, y por su puntualidad.
Saben positivamente que todo eso es un esperpento que no se llevará a cabo pero también saben muy bien la publicidad que les reporta. La máxima es: "que hablen mal de mi, pero que hablen"