Hace 12 años | Por laura.vd a 324.cat
Publicado hace 12 años por laura.vd a 324.cat

El primer fármaco oral aprobado en el Estado contra la esclerosis múltiple, incluido recientemente en la financiación pública del Sistema Nacional de Salud, reduce el número de brotes y recaídas en más de un 50% y, en consecuencia, las secuelas neurológicas que tendrá el paciente. (Traducción primer comentario)

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Traducción:

El primer fármaco oral aprobado en el Estado contra la esclerosis múltiple, incluido recientemente en la financiación pública del Sistema Nacional de Salud, reduce el número de brotes y recaídas en más de un 50% y, en consecuencia, las secuelas neurológicas que tendrá el paciente. Así lo ha afirmado la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Celia Oreja-Guevara, que ha transmitido esta buena noticia a los afectados en el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple.

El nuevo medicamento se llama Gilenya, está compuesto de fingolimod y ofrece a los pacientes una alternativa a las terapias inyectables disponibles en la actualidad. El ha empezado a comercializar la compañía farmacéutica suiza Novartis. Pertenece a un grupo de productos que bloquean algunas células de la sangre en los ganglios linfáticos, y disminuyen la migración hacia el cerebro y la médula espinal. Según ha detallado Oreja-Guevara, "se ha comprobado que este nuevo tratamiento reduce el número de brotes en más de la mitad y, además, se incrementa la adherencia gracias a la comodidad de la toma oral, ya que hasta ahora todos los existentes eran inyectables ", detalló.

Oreja-Guevara explicó que la esclerosis múltiple es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes entre los adultos jóvenes que se manifiesta principalmente en personas de entre 20 y 40 años y dos de cada tres son mujeres. Los trastornos visuales y la pérdida de sensibilidad en las extremidades suelen ser los primeros síntomas de esta patología, entre los que también se pueden incluir las alteraciones urinarias, el hormigueo, la pérdida de fuerza y las dificultades cognitivas.

Aunque en las últimas dos décadas se han producido muchísimos avances en su conocimiento y tratamiento, todavía no hay ninguna causa conocida ni que se pueda atribuir de forma directa a la esclerosis múltiple.